Última deuda kármica.
Representa los abusos de poder en una vida pasada. Por tanto, es necesario ser
tolerante y respetuoso con los intereses ajenos, aceptar las exigencias de la
vida en sociedad y no desbordarse con sus prerrogativas. De todos modos, la
existencia situará a la persona afectada y sobre todo al sector en el que se
sitúa el número (Alma,
Realización, Expresión, etc.) frente a situaciones de depuración.
En la medida en que
estas lecciones se integran, el éxito está asegurado.
Las características de
este símbolo son las siguientes: mucho esplendor, bienestar en la vida, éxitos
personales y situaciones envidiables; la ambición está protegida
NÚMERO 19: Obtendremos en la vida lo que depositamos en ella.
Quienes tienen este número deberán evitar actuar en esta encarnación de forma
dominante, sino mostrarse tolerantes. Este es un número de prueba, si antes
recibió, deberá pagarlo ahora. tal vez encuentre que, al final de su camino, lo
perdió todo. Deberá enfrentarse a todos los secretos de la vida que estuvieron
ocultos y ahora salen a la luz, también a sus errores y pagar por ellos. Al
traer este karma de una vida anterior debe vencer en la actual encarnación la
parte de su carácter, trasmutando al dígito 1.
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