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El ascendente Escorpio afronta la vida con gran intensidad, con gran
profundidad, con gran compromiso, y con gran curiosidad, entrega y energía.
Este ascendente origina lo que se llama un fuerte carácter, una fuerte
personalidad, una fuerte presencia etc etc etc.
Solo el ascendente Aries y el ascendente Capricornio igualan la dureza que
a veces pueden llegar a mostrar con lo que lo rodea.
Aunque quizás la primera y mas elemental característica del ascendente
Escorpio es tratar de enmascararse a si mismo, de mantenerse siempre
enigmático y misterioso; de que su personalidad y su esencia, su capa externa
y su naturaleza mas profunda, no sean lo suficientemente visibles o al
menos lo suficientemente claras.
Es por eso que en el ascendente Escorpio los rasgos solares suelen ser
menos visibles aún que en el resto.
En efecto los que tienen ascendente Escorpio, más incluso que los que
tienen al Sol en este signo, tienen un gran sentido de la intimidad y no
gustan de exhibir su personalidad demasiado ni de dejar que su naturaleza
se conozca fácilmente. Escorpio es un animal nocturno, no lo olvidemos; y
esta nocturnidad, ese gusto por esconderse detrás de una fría y oscura
máscara en este ascendente es muy poderoso.
Quizás se deba a que para un ascendente Escorpio, incluso para aquellos que
tienen el Sol en Sagitario, el mundo no es un lugar que les inspire mucha
tranquilidad ni mucha seguridad, mas bien todo lo contrario.
Su filosofía es básicamente desconfía y acertarás. Por supuesto toda esa
supuesta negatividad está perfectamente compensada por esa terrible
profundidad psicológica que tan a menudo muestra este signo.
El ascendente Escorpio es un psicólogo, un detective y un espía estupendo.
En esto vuelve a superar de nuevo a los que tienen al Sol en este signo.
Sabe observar lo que le rodea, y rara vez algo lo coge desprevenido. En
realidad esa cierta desconfianza que asoma de él se debe en parte a esa
terrible conciencia del lado oscuro de todo lo que lo rodea, solo igualada
por el ascendente Capricornio, con el que comparte muchos rasgos.
Este ascendente no se centra en lo negativo de los demás, simplemente lo
ve, o acaba por descubrirlo mas bien temprano que tarde. Quizás por eso
existe en él cierto desencanto y hasta cierta amargura a veces.
Sin embargo todo esto no afecta lo más mínimo a su capacidad de actuación,
a su gran vitalidad y a sus ganas de dejar su huella ahí fuera. Quizás si
el Sol está en Libra, Piscis o Capricornio esa negatividad que mencioné
antes puede resultar demasiado grande y restar muchas energías, pero por
regla general el ascendente Escorpio es tan dinámico y voluntarioso como el
ascendente Aries, aunque de manera mucho menos obvia claro.
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Esta fuerza del ascendente Escorpio suele brotarle a través de la mirada;
siempre directa, fija, intensa, dura y hasta algo hipnótica. Es el mejor
rasgo físico para reconocer a los nacidos bajo este signo; pero también y
en especial, a los que lo tienen en el ascendente.
Lo demás puede ser muy variable y también muy engañoso, pero la mirada casi
siempre lo delatará.
La intensidad con la que se toma aquello que le interesa también; sea esto
lo que sea. Puede que sea algo difícil despertar su interés y sin duda le
cuesta un poco afrontar situaciones nuevas; pero solo la principio. Una vez
puesto en marca es como una locomotora incansable.
En él hay algo obsesivo, pero también dual; en concreto con el tema del
poder. Para este ascendente el ejercicio del poder en un mundo
esencialmente peligroso no es en si negativo, estando él mismo preparado y
cualificado para ejercerlo; sin embargo suele mantenerse alejado de él ya
que no soporta tener a nadie encima. Si tiene que soportar una autoridad
demasiado asfixiante, puede volverse muy subversivo; es por eso que la
educación y a adolescencia suelen ser etapas algo difíciles.
Este tipo de conflictos de poder son más habituales en el ascendente que en
el Sol en Escorpio; al igual que las famosas tendencias auto-destructivas.
Los cambios profundos y radicales también serán habituales cada cierto
tiempo en su vida, e incluirán su aspecto físico, su carácter en general, y
su filosofía personal.
Hay aún otra tendencia que también sobresale más en el ascendente y es la
tendencia a atacar aquello que ama. A este ascendente le cuesta mucho
aferrarse a algo, sea lo que sea, ya que inconscientemente además de no
fiarse tiende a creer que todo dura poco y que todo acaba cambiando de un
modo u otro.
El problema es que en realidad necesita comprometerse profundamente con algo
o con alguien. Es una de las partes más esenciales de su naturaleza. Este
ascendente necesita aprender a confiar al menos en su pareja, lugar donde
tenderán a darse ese tipo de conflictos. En el resto de los ámbitos el
ascendente Escorpio podrá mostrarse en todo su esplendor y fuerza, pero en
sus relaciones deberá aprender a suavizar los extremos de su carácter, de
lo contrario jamás conseguirá la seguridad emocional por la que en el fondo
tanto suspira, y que, de nuevo necesita más incluso que aquellos nacidos
bajo el signo de Escorpio.
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