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El ascendente Virgo
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La persona con ascendente Virgo mas que afronta la vida, tiende a
evaluarla, a analizarla un poco desde la distancia para después poder
moverse en ella.
Desde luego el ascendente Virgo no da caracteres muy intrépidos, sino
que, quizás junto con el ascendente Capricornio y el Escorpio, genera
posturas vitales muy analíticas y controladoras; hay una tendencia a
rastrear el exterior antes de adentrarse en el, a estudiarlo, a
conocerlo, a aprender como funciona, y bajo qué reglas se mueve.
Las posturas agresivas e impulsivas están descartadas en este
ascendente; que siempre se tomará un tiempo de análisis, veces incluso
algo excesivo, ero nunca inútil, antes de afrontar algo nuevo en su
vida.
En Virgo y en los dos anteriores signos que he mencionado existe algo
así como una especie de desconfianza inicial frente a lo ajeno, lo que
hace que sean personas con filosofías vitales mas bien reflexivas; en
el caso de Virgo en particular su opción suele ser aprenderse esas
normas y respetarlas.
En esto se parece bastante al ascendente Capricornio y juntos de hecho
conforman los ascendentes más conservadores de todos.
En efecto Virgo no tiene una filosofía vital demasiado desafiante y
casi siempre opta por amoldarse al exterior, aunque siempre de una
manera reflexiva.
Tiende a respetar las normas que encuentra fuera de si mismo porque
primero su naturaleza necesita de unas normas determinadas, de unas
pautas, de unas costumbres, de unos ritos gracias a los cuales
estructurar su vida y su papel y sus movimientos en ella, y la mayoría
de las veces elige las de la sociedad en la que le ha tocado vivir.
El tema del conservadurismo casi siempre se ha asociado a Capricornio,
pero Virgo puede llegar a superarlo en esto a veces, y no sin mucha
dificultad.
El ascendente Virgo basa su visión de la vida en un gran sentido
práctico, pragmático y materialista, y en una escala de valores donde
lo instintivo tiende a quedar muy por debajo de lo racional.
En efecto, la esfera instintiva y caótica de la vida no es algo que
agrade a este ascendente, y normalmente tratará de alejarla lo más
posible; de hecho es una de las cosas que más odia, y su supuesto
conservadurismo se basa precisamente en esto, en el rechazo que le
produce todo lo que suene a anárquico e incontrolado, o todo lo
relacionado con lo que normalmente se entiende por conductas “demasiado
desordenadas o instintivas”.
Básicamente, el ascendente Virgo necesita moverse en un mundo ordenado
y regido por unas reglas claras que le ofrezcan protección frente al
caos que tanto le disgusta; esto lo convierte en un gran organizador
pero también en una persona reacia a aceptar el desorden que precede a
todo cambio y la dimensión instintiva de la existencia.
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Es este uno de los ascendentes mejor armados para conseguir sus
objetivos, ya que dispone de una gran laboriosidad y capacidad de
trabajo, una gran eficiencia en todo lo que emprende y una considerable
capacidad de discernimiento que le otorga quizá junto con el ascendente
Capricornio, con el que tanto comparte, una de las visiones más
objetivas de la realidad.
Por otro lado esa, a veces excesiva, visión cerebral de la vida está
compensada con una sincera vocación de ayuda a los demás y con una
honestidad e integridad auténticas y sinceras que los convierten en
personas en las que realmente se puede confiar.
El ascendente Virgo quiere vivir de manera “eficiente”, y realmente
esta es una palabra que los describe de manera bastante exacta. Raras
veces pierden el tiempo en las famosas crisis de juventud, y en ellos
la adolescencia es una etapa mucho menos conflictiva y mucho más
centrada que en resto.
Este ascendente tiende a saber claramente lo que quiere, y a ser
constante y aplicado en sus propias metas. Saben cómo distribuir y
organizar sus energías y sus esfuerzos, y estos rara vez están
encaminados a objetivos demasiado alejados de sus posibilidades,
bastante notables por otro lado.
Hay una cosa que llama la atención en el ascendente Virgo, y es que a
pesar de ser un carácter más bien racional que tiende a huir un poco de
todo lo excesivamente instintivo, por percibirlo como caótico e
incontrolable, muestra un gran interés en un tema como es la salud.
En efecto el ascendente Virgo le da bastante importancia al cuidado
responsable de su organismo , y es bastante sensible a todo
desequilibrio que este pueda presentar. Sin embargo, el peligro de
hipocondría, tan presente en mayor o menor media en las personas con el
Sol en Virgo, es mucho menos en las que tienen a este signo en el
ascendente.
Otra cosa que los diferencia de aquellos que tienen al Sol en Virgo es
que no suelen perderse tanto en los detalles, y que en ellos su
carácter analítico no deriva necesariamente en ese criticismo exagerado
que el Sol en Virgo muestra tan a menudo.
Sin duda alguna el ascendente Virgo sabe muy bien como arreglárselas
solito en el mundo, y suele aprovechar muy bien su estancia en él.
Debe no obstante, para sacarle un verdadero partido a todas sus
virtudes, que son bastantes, desarrollar ciertas características de
Piscis, sobre todo en lo relacionado con su vida en pareja, donde
deberá aprender a ser más tolerante y comprensivo, y en especial a
abrirse más al mundo de las emociones, pasiones instintivas y afectos,
con toda esa carga de dependencia y misterio que a su agudo intelecto
tanto pueden llegar a desorientar.
En ese punto en concreto debe aprender a dejarse llevar y a controlar
su carácter analítico y ese cierto rechazo a lo “irracional” que tanto
lo define.
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