Duodécima Casa
La casa duodécima es la de las pruebas y
limitaciones, la vida escondida, los secretos, los sacrificios, el exilio, la
pérdida de la libertad, las renuncias, las prácticas o trabajos ocultos, la
vida mística, la delincuencia, el vicio, las enfermedades crónicas, las
hospitalizaciones, el inconsciente. Simboliza la terminación de un ciclo
evolutivo. Aquí se disuelve el ego y el sentido de la individualidad, basados
en designaciones materiales, falsas, a favor de un sentimiento de comunión y
comunidad espiritual. Representa la soledad, el sacrificio, la empatía y la
inspiración mística.
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