EL ASCENDENTE CAPRICORNIO

El ascendente Capricornio

El ascendente Capricornio ve la vida como un desafío, como un reto y como una lucha, al igual que el ascendente Aries; sin embargo su forma de afrontar esa lucha es totalmente distinta. Para empezar este ascendente actúa siempre de manera defensiva; para él la vida es algo serio lleno de peligros y responsabilidades, por lo que ya desde pequeños afrontan cualquier tarea con una madurez increíble. No dan impresión de tener una vitalidad inagotable precisamente, su aspecto es mas bien apagado, e incluso débil. Es corriente que su niñez sea sedentaria y que estén muy cerca de la imagen del niño enfermizo y sobre todo tímido. La timidez en este ascendente es bastante mayor que los que tienen al Sol en Capricornio, y es uno de sus mayores enemigos. En efecto toda la ambición y el ansia de subir y escalar en la vida de este ascendente pueden venirse abajo ante una seria incapacidad comunicativa. Si hay algo que necesita un niño o una niña nacidos con ascendente Capricornio es que se estimule su sociabilidad. La figura del escalador es muy adecuada para este ascendente; como él planeará la escalada de la manera más meticulosa, concienzuda y realista posible; conseguirá y revisará uno por uno todo el material necesario, llevará provisiones adicionales por si acaso, y elegirá la ruta más segura que a su vez resulte lo más corta posible, y por supuesto tomará todas las medias de seguridad habidas y por haber que sean oportunas. El ascendente Capricornio aplica sus energías en planes perfectamente diseñados; una meticulosa, práctica, eficaz, madura, responsable y efectiva planificación es la que guía siempre mejor su vida. Su capacidad para organizarse es asombrosa, y su claridad a la hora de planear su futuro también. Su poder de concentración, su capacidad de trabajo, su individualismo, su responsabilidad y su madurez sorprenden a propios y a extraños ya incluso desde la infancia. Desde luego este es un ascendente que suele dar personas fuertes y caracteres firmes y ambiciosos; capaces de afrontar el mundo por si mismos y de buscarse su propio lugar en él con su propio esfuerzo y sus propios méritos. Sin embargo este ascendente necesita de ciertos ajustes para llegar a funcionar de esta manera tan aterradoramente efectiva de la que es capaz. El ascendente Capricornio necesita aprender a controlar un poco ciertas pulsiones que le son muy propias como la inseguridad, la desconfianza de cara a sus fuerzas y aptitudes, la habilidad excesiva para ver los posibles obstáculos en todo cuanto lo rodea y la tendencia a que esta gran habilidad percibir el lado negativo lo frene o lo paralice en exceso.   En él existe la ambigua virtud de ver el lado negativo de la vida y las limitaciones de la realidad con toda la crudeza posible; el kit de la cuestión es utilizar esa habilidad para, de antemano, prepararse para hacer frente a todos esos límites que ve a la legua y antes que nadie. Este ascendente otorga la capacidad de ver las “barreras” y las pequeñas “grietas” que nos rodean, el problema es que el ver antes y mejor que nadie las barreras y los límites en todo a veces lo hace tirar la toalla antes de tiempo; simplemente porque llena su cabeza con frases como “esto es demasiado difícil” o “no lo voy a conseguir” o “no estoy lo suficientemente preparado...” etc etc etc; o bien convertirlo en una persona excesivamente rígida y controladora. El ascendente Capricornio necesita de mucha auto-confianza, sin ella puede llegar a actuar como un freno a la vida llenándolo todo con los miedos e inseguridades que esa visión tan cruda de la realidad produce; con ella asegura, fortalece, preserva y ayuda a triunfar en la vida. Buena parte de esa confianza curiosamente provendrá de su vida emotiva y de lo rica que esta sea; este ascendente necesita un refugio, para el ascendente Capricornio será siempre su vida en pareja; necesita una pareja afectiva que lo haga sentirse realmente seguro y aceptado, alguien con el cual pueda bajar la guardia. Es curioso que al contrario de lo que pasa cuando el Sol está en este signo, cuando es el ascendente el que está en él la figura realmente importante es la madre y no el padre. El pasado afectivo del ascendente Capricornio es el que determina si posee esa seguridad y esa auto-confianza que tanto necesita; puede que parezca frío y de hecho su coraza puede ser dura como el acero, y su capacidad para enmascarar lo que siente o lo que piensa es tan solo comparable con la del ascendente Escorpio; pese a esto y pese a ese gusto que también puede demostrar por la soledad, en el fondo este ascendente necesita el apoyo afectivo profundo y verdadero (a veces también algo incondicional) de una pareja. Esta y no su altiva soledad es su verdadero refugio, algo que por cierto a veces incluso el propio individuo con este ascendente suele olvidar con relativa facilidad.