Es el signo del zodiaco que se corresponde con el punto más al Este (que asciende por el cielo) de la bóveda celestial para un determinado momento y lugar.
Ascendente Aries
La persona tiene la capacidad de enfrentarse a la vida de
manera enérgica y directa. En el trabajo pretende ser decisivo, necesita
emprender acciones y sentir que tiene el poder en sus manos, que es el que
dirige la creación. Posee gran potencia creativa en su interior y no le gusta
esperar a que las cosas sucedan, por eso será normalmente el que proponga
siempre nuevas ideas para realizar originales proyectos; inunde de energía a
los demás para que sean capaces de proseguir con la idea que comenzó. Si no
puede desarrollar sus cualidades de Aries, se frustrará interiormente, poco a
poco, pudiendo llegar a exteriorizarse en estallidos exagerados, ataques de
cólera incontrolables u otras formas de comporta-miento autodestructivo
. ARIES saliente:
Aries está representado mitológicamente como un carnero y su
símbolo describe muy acertadamente a aquellos nacidos bajo su influencia, pues
tienen una prolongada y saliente nariz como la de las ovejas, la frente ancha,
barba puntiaguda y la faz triangular que notamos en muchas personas son
indicios inequívocos de la elevación de este signo. Un castaño claro o un tinte
rojizo del pelo son una característica pronunciada de las personas de este
signo. El cuerpo es delgado y bien formado; si la primera parte del signo está
saliendo el cuerpo es más corto y el cutis oscuro que cuando ascienden los
grados posteriores.
Los planetas en el signo saliente modifican estas
descripciones, no obstante, y el estudiante debe acoplar su conocimiento de las
características de los planetas en armonía con la descripción de los signos.
El Sol y Marte dan un cutis más sonrosado; la Luna y Saturno lo hacen más
pálido y oscuro y Júpiter y Venus hacen el cuerpo más garboso. Saturno lo
acorta y Urano y Mercurio lo alargan. Esto se aplica a todos los signos, pero
está mareado especialmente cuando un planeta sale en el signo que rige. Marte
en Aries, saliendo, dará un pelo con un rojizo de fuego y una cara, llena de
pecas. El Sol saliendo en Leo dará un cutis fino con pelo rubio, pero si
Saturno está allí éste en cambio dará un cuerpo más corto y obscurecerá el
pelo.
Los nacidos en el signo de Aries son intrépidos, confiados
en sí mismos e impulsivos, les gusta el mando, disgustándoles el obedecer.
Estén siempre dispuestos a tomar la iniciativa en cualquier movimiento que se
amolde a su carácter, pero a menudo les falta la perseverancia para llevar
adelante los proyectos hasta el final cuando se les presentan obstáculos
serios.
El Sol y Marte, su regente, naciendo en Aries, intensificarán
lo dicho anteriormente, pero como quiera que una explicación detallada será
dada bajo el encabezamiento ‘‘La naturaleza intrínseca de los Planetas’’,
remitirnos a él al lector. Mencionaremos aquí, sin embargo, corno una
peculiaridad, que los nacidos en Aries resisten fiebres que sepultarían a
otros. Nosotros hemos visto caérseles el pelo, y la temperatura permanecer
cuatro grados sobre el máximo corriente durante muchas horas sin resultado
fatal.
Cuando no hay planetas en el Ascendente, el signo saliente
tiene una influencia considerable sobre el tipo de la mente.
EFECTO MENTAL DEL SIGNO SALIENTE
ARIES saliendo da un tipo de mente enérgico, entusiasta y
ambicioso, pero inclinado a hacer actos impulsivos y precipitados debido a su
temperamento ligero.
El planeta regente tiene una relación importante en el
trabajo de la vida y las ocupaciones significadas por los diferentes planetas
pueden determinarse como sigue: MARTE, como regente de la vida, significa
empleos en los cuales el hierro y los instrumentos afilados tengan la máxima
importancia, tales como los usados por los soldados, cirujanos, herreros,
fundidores, ingenieros y todas las ocupaciones de peligro.
MARTE COMO PLANETA REGENTE.
Cuando el entusiasta, enérgico, constructivo y militante
Marte es el regente de la vida y está bien aspectado, las personas nacidas bajo
la influencia de sus dinámicos rayos están ansiosas por las luchas y las
batallas de la vida. Están dotadas con el deseo más ardiente de conquistar el
mundo. Para estas personas no tiene mucha importancia el asunto de su
profesión, sino en el sentido de que haya una salida adecuada para su energía
constructiva, la cual, figuradamente hablando, amenaza consumirles, a menos que
sea libertada. Cuanto más difíciles y más grandes son sus empresas tanto más
regocijados están; de aquí que sean los precursores y los que allanen el camino
de la civilización, los ingenieros y constructores que edifican nuestras
ciudades y las carreteras y caminos que las unen; quienes desenvuelven los
recursos del mundo y los ponen en condiciones de que los demás los usen. Son
extremadamente impacientes a toda clase de frenos y de obstáculos que se les
presenten y no permitirán interferencias con sus planes o métodos. Estas
personas gobiernan a otros y les impelen a hacer sus voluntades por el derecho
de la fuerza, porque no tienen ni tacto ni diplomacia, sino que dominan por la
ley del más fuerte. Ganan el dinero muy fácilmente y lo gastan tan pródiga y
precipitadamente. Son extravagantes en extremo, y cuando se presentan los
reveses están fuera de batalla por aquel momento, pero no se aguantarán con
estar en la oscuridad; su indomable fuerza interna pronto consigue la
rehabilitación, y con ella los medios antiguos temerarios de vivir y de
manifestarse. Son generalmente temerarios, y de aquí que estén propensos a
sufrir accidentes y a encontrar un violento final.
Cuando el regente de la vida está afligido por una
conjunción, paralelo, cuadratura u oposición de los otros planetas,
especialmente por los maléficos: Saturno, Marte, Urano y Neptuno, afectan a la
vida de manera hostil, lo cual puede ser determinada como sigue:
MARTE COMO PLANETA REGENTE
Cuando el arrogante, egotista y temerario Marte es el
regente de la vida y está afligido, la persona es un egoísta de la peor clase,
dispuesta a alcanzar sus deseos por la fuerza o por la destrucción si otros
medios fracasan; prefiriendo intimara los demás a que hagan su voluntad antes
bien que someterles sin esfuerzo. Son capataces de esclavos de primera clase,
así como encargados de secciones de las brigadas de los ferrocarriles, de
campos de construcción y de lugares semejantes, manifestándose como embusteros,
brigantes, guapos y fanfarrones, o pugilistas; unos atrevidos a quienes gusta
arriesgar su vida y la vida de los demás en cualquier momento y en cualquier
empresa.
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